Emociones y educación emocional

Emociones y educación emocional

Las emociones, son propias del ser humano y no se pueden evitar, las experimentamos tanto los adultos como los niños.

Éstas, son unos mecanismos innatos que poseemos todas las personas desde que nacemos, para dar respuesta a las necesidades que nos surgen en las diferentes situaciones que vivimos cada día. Sin embargo, podemos aprender a identificarlas y manejarlas a través de un entrenamiento o aprendizaje.

Las emociones no son buenas o malas, hay emociones agradables, cuando percibimos una situación beneficiosa para la propia persona (como es la alegría), y emociones desagradables (como la tristeza) que surgen cuando percibimos una situación que no nos gusta o que nos puede perjudicar.

Las tres funciones principales de las emociones son: la función adaptativa, la cual prepara al organismo para actuar, la función social, con la que comunicamos a los demás nuestro estado de ánimo y podemos percibir el del contrario, y la función motivacional que facilita dirigir nuestro comportamiento para conseguir nuestros objetivos.

Las emociones se manifiestan tanto a nivel físico como a nivel de pensamiento. Cada emoción que experimentamos, prepara al organismo para que éste se manifieste en forma de respuesta. Por ejemplo, con el miedo, la sangre fluye a las piernas para estar preparados y poder huir del peligro o enfrentarnos a él. Con la sorpresa en cambio, nos permite un mayor alcance visual y nos permite que percibamos más luz a la retina.

Las emociones son necesarias en el día a día de las personas. Todas ellas son válidas ya que son muy importantes para nuestro desarrollo. Cada persona, experimenta una emoción de forma particular, dependiendo de su aprendizaje, cultura y/o experiencias vividas.

¿Cuáles son las principales emociones?

  • Miedo: El miedo es necesario en nuestras vidas ya que nos sirve para apartarnos de un peligro y actuar con precaución.
  • Sorpresa: Este sentimiento, nos ayuda a orientarnos, a saber qué hacer ante una situación nueva.
  • Alegría: Es un sentimiento placentero hacia una persona o cosa y nos hace sentirnos con mucha energía y tener una actitud positiva y constructiva.
  • Tristeza: Es un sentimiento de pena y/o soledad ante la pérdida de algo o alguien importante para nosotros.
  • Ira: Es un sentimiento de rabia o enfado que aparece cuando las cosas no salen como queremos o nos sentimos amenazados por algo y/o alguien.
  • Aversión: Sentimiento de asco y rechazo hacia una persona soliendo alejarnos.

Educación emocional en la escuela

El informe “La educación encierra un tesoro”, que la Comisión  Internacional sobre la educación para el siglo XXI, presenta a la UNESC, indica que los sistemas educativos formales propenden a dar prioridad a la adquisición de conocimientos, en detrimento de otras formas de aprendizaje, y que la educación a lo largo de la vida se debe basar en cuatro pilares fundamentales:

  1. Aprender a conocer: Aprender a dirigir mi aprendizaje. Aprender a aprender a lo largo de la vida.
  2. Aprender a hacer: Adquirir competencias para trabajar en diferentes contextos y trabajar en equipo
  3. Aprender a vivir juntos: Comprensión del otro, respeto y tolerancia de las diferencias
  4. Aprender a ser: Desarrollo de una personalidad que favorezca la capacidad de autonomía, juicio y responsabilidad

Siguiendo estas recomendaciones, es necesario fomentar el aprendizaje emocional a lo largo de la vida, y para ello hay que incluir la educación emocional en la escuela desde la primera infancia, en colegios, institutos, universidades…

 

 

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