LA ORIENTACIÓN EDUCATIVA COMO BASE DE UNA EDUCACIÓN DE CALIDAD

La Orientación Educativa es un modelo de apoyo basado en lograr el desarrollo profesional y personal de los alumnos y un reto para reducir las tasas de absentismo escolar. Actualmente, la orientación educativa constituye una pieza fundamental de enseñanza-aprendizaje con el objetivo de lograr el éxito de los alumnos dentro del sistema educativo según nos informa la revista Infocop (2014). La orientación educativa en general, trata de dar respuesta a preguntas del tipo ¿Cómo atender en el aula los distintos niveles de conocimiento de mis alumnos y la disparidad de grados de motivación y de capacidades de los mismos?

Este modelo de apoyo es una tendencia a nivel europeo que se contrasta con el retroceso de implantación de este apoyo en nuestro país, tal y como indican los diversos agentes involucrados en el ámbito educativo.

Según el director de publicaciones del COP, José Ramón Fernández en su entrevista para la revista Infocop (2014) expuso que la implantación de la orientación educativa se encuentra paralizada en España en comparación de otros países europeos, los cuales presentan mejores resultados en cuanto al rendimiento académico de sus alumnos contando con sistemas eficientes de apoyo al profesorado.

Cierto es, que en España, son frecuentes los problemas de disciplina y falta de motivación entre el alumnado, lo que deriva a que exista un fracaso escolar. Estas preocupaciones salen a la luz ante las nuevas demandas que plantea el alumnado y en las que los maestros no tienen medios ni ayudas suficientes para darles respuesta. Las nuevas demandas que los alumnos solicitan están englobadas en la atención a la diversidad, trastornos del desarrollo y del aprendizaje, hiperactividad, trastornos por déficit de atención, entre otras.

Esta problemática viene precedida desde la aprobación del Real Decreto 276/2007, de 23 de Febrero, en la que se aprueba el Reglamento de ingreso, accesos y adquisición de nuevas especialidades en los cuerpos docentes, o lo que es lo mismo, dicha ley permite el acceso de cualquier profesional con título universitario a ser orientador.  lo que supone un problema grave puesto que carecen de formación para la realización de una intervención adecuada. Cabe destacar, que esta falta de formación por parte del profesorado puede acarrear problemas para realizar una intervención y actividades adecuadas y eficaces, como las adaptaciones curriculares,  detección de problemas en el aprendizaje y/o desarrollo, o coordinación con otros profesionales de la salud y desarrollo infantil, dificultando el completo desarrollo integral de niños y adolescentes.

Es por tanto necesario, que la psicología educativa se abra paso para poder poner remedio a estas situaciones, y la orientación educativa sea un referente en el proceso enseñanza-aprendizaje. Para ello, sería fundamental que hubiera un cambio en el sistema educativo español, en el que se defendiese el modelo de inclusión y se trabajase en equipos multidisciplinares se reconociese la figura del psicólogo educativo ya que según el informe TALIS (2013), 6 de cada 10 docentes españoles consideran que sus centros educativos no están preparados para hacer frente a la diversidad.

El psicólogo educativo  está formado y capacitado para la prevención y el diagnóstico de problemas de aprendizaje y desarrollo, según las necesidades que se detecten, desarrollando su labor en colaboración con el resto del equipo de profesionales de los centros con el fin de conseguir una educación de calidad. En conjunto, se podría realizar una orientación escolar y guiar a los alumnos solventando las dificultades de aprendizaje, favoreciendo un desarrollo integral del alumno, y todo ello englobado dentro de una orientación profesional de calidad, conforme  a las demandas y necesidades del mercado.

 

Fuente: La Orientación Educativa en España. Revista INFOCOP. NÚMERO 66. JULIO – SEPTIEMBRE 2014

 

 

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